La vocación sucesoral del cónyuge es extensible al compañero o compañera permanente, siempre que pueda sustentar la convivencia con el causante, por lo que se puede realizar la sucesión en cualquier momento, una vez se tenga certeza del fallecimiento. En este orden de ideas, es claro, entonces, el derecho del compañero que sobrevive sobre la masa sucesoral del fallecido, aun cuando entre ellos no medie vinculo matrimonial. Con gusto podemos asumir la defensa y representación de sus intereses.

No se puede determinar con exactitud el tiempo, pues se debe realizar el procedimiento para que se reconozca la unión marital de hecho y luego se proceda a liquidar la sociedad patrimonial, para realizar posteriormente la sucesión.