En primer lugar, sí, la inasistencia alimentaria es un delito y puede llevar a pena de prisión una vez surtido un proceso penal ante un juez competente. En ese caso se trata de una denuncia o querella por parte (generalmente) de la madre de los menores. Es posible que también sea demandado ante un juzgado de familia, en cuyo caso el juzgado procederá a embargar el salario o los bienes que tenga para cubrir una cuota mensual de alimentos que el mismo juez determina con base en los ingresos del padre. Finalmente, lo mejor que puede hacer es, naturalmente, asumir la responsabilidad alimentaria mes a mes de acuerdo con su capacidad y con el modo de vida y las necesidades de los menores.